Aunque Turquía es conocida por su rica historia y tradiciones, también es un país que ha abrazado la modernidad. Ciudades como Estambul y Ankara son centros de negocios, tecnología y cultura contemporánea. Estambul, en particular, es una metrópolis vibrante que combina lo antiguo y lo nuevo, con rascacielos modernos junto a históricas mezquitas.
El sector turístico en Turquía ha experimentado un gran crecimiento en las últimas décadas, con la construcción de resorts de lujo y la promoción de destinos menos conocidos. Además, Turquía ha invertido en infraestructura moderna, como el puente del Bósforo y el aeropuerto de Estambul, uno de los más grandes del mundo. Este equilibrio entre tradición y modernidad es lo que hace de Turquía un país único.